Queridos amigos.
Transcurrido el lúdico y ocioso periodo de la Semana Santa , donde la cristiandad y la reflexión afloran a nuestrras mentes; no tengo por menos que recordar al amigo Mou, las instrucciones que mas incidieran en mi etapa formativa eucarística.
Amigo Mou, recuerda, la fábula de la liebre y la tortuga.
Esa liebre, chulesca, arrogante y confiada del éxito que vió sus espectativas truncadas, y que posiblemente...... acabara en la cazuela, como los perikos. ( jaj jaj ).
No diguis blat fins tenir el sac lligat, ¡¡¡¡ ( animo traductor )
Dados los tiempos que corren, el título de la entrada impacta “ Mou y la religión”. Superado el susto inicial de ver esos dos conceptos juntos se impone un acto de serenidad a la vez que un ejercicio de comprensión e incluso compasión ( pobre madridismo). Cuando en un juego que se practica con un balón y que se llama fútbol, aparece un gurú que predica “ ¿ El balón ..., para que lo quiero? “ y al siguiente año de soltar semejante sentencia, la primera potencia económica mundial de ese deporte lo ficha para aplastar al “hereje Barça” es señal inequívoca de que se ha iniciado LA CRUZADA.
ResponderEliminarConclusión: hasta que no os aplasten, ¡ Disfrutad, herejes culés!